Día 2: El significado de mi visita

No recuerdo el día ni el momento en el que todo empezó, solo se que fue lo que me hizo ser la persona que soy ahora.

La mente es susceptible a tener momentos en los que puede pensar en muchas ideas. La mayoría de las veces, si no es que siempre, pensamos y razonamos nuestros problemas cuando estamos completamente solos. La soledad para algunos, es un término muy lejano a la realidad. No es posible que podamos estar solos, dirán. El miedo a la soledad les aturde, les asusta. Pero los que la conocen pueden hablar muy bien de esa situación. No hay nada el mundo que me guste más que tener un momento a solas. El simple hecho de tener un encuentro conmigo mismo, el pensar en mí, en mi vida, en la vida y en todo lo demás, me da una satisfacción personal muy grande. Es como si pudiera ver las cosas desde otra perspectiva. Lo pienso, lo veo y lo siento como la mejor experiencia en la vida. Muchas veces mi vi obligado a estar solo, desde la infancia pasaba el tiempo solo pensando, crecí y me di cuenta de que era, no una salida, sino una necesidad que tenia conmigo mismo para estar mejor, para sentir que las cosas pueden estar bien, que van a estar bien. El confiar en uno mismo te da el valor de afrontar la vida y de aceptar las cosas que no puedes cambiar. Te da la posibilidad de imaginar cómo sería todo aquello que puedes cambiar y que está en ti cambiar. La soledad no es para nada algo malo, sino todo lo contrario. Hay que aprender que vivimos dentro de una mente que evoluciona, crece y aprende en una sola, no hay porque temerle. Nos ha dado la respuesta en muchas ocasiones, nos ha dado la solución a muchas situaciones, es de agradecer que obtuvimos, gracias a la evolución,  la capacidad de razonar sin la intervención de terceros o de ideas alternas a las que nosotros podamos concebir. Es aceptar que vivimos dentro de nosotros mismos, y esto nos traerá la felicidad o el fin último de la vida que queremos tener. Es aprender de nosotros mismos, de nuestros errores y éxitos, es ver la vida desde la perspectiva de uno mismo, para saber cuáles son esas cosas que podemos cambiar para el bien de toda la humanidad. Hay que estar conscientes de que el único fin de estar bien contigo mismo, es para transmitirlo, para que tu bienestar pueda cruzar barreras, físicas y mentales. Es dar el primer paso para el progreso y la unión de todos los seres humanos.

Es muy importante mencionar que existen dos tipos de soledad: el estar solo y sentirse solo. No podemos estar solos cuando nos sentimos en soledad. Cuando nos sentimos solos nos limitamos a pensar en nosotros mismos, es simplemente culpar a la gente por no estar contigo, cuando tú mismo te hundes en ese abismo oscuro. En cambio, podemos estar solos y ser plenamente felices. Lo que me encanta de estar solo es la libertad que tengo que hacer lo que me gusta, sin la intervención de otras personas. Es hacer lo que uno mismo piensa que es mejor, es lo que nos hace únicos. Gracias a esto pude entender la gran importancia de la naturaleza, o por ejemplo, logré comprender como en este incomprensible universo, estamos en la medida exacta de tamaños entre los átomos, que son partículas extremadamente pequeñas, y los astros, que son cuerpos celestes extremadamente grandes. Sin embargo, nos encontramos en la medida exacta para habitar en un planeta y así mismo, estar conformados por billones de átomos. Todo esto lo supe gracias a que tuve tiempo para pensar, gracias a que tuve tiempo de estar completamente solo.